Diseño webs estúpidamente simples.

No tienen decenas de páginas.

No describen con todo lujo de detalles todos tus servicios.

Tampoco me preocupa que sean bonitas.

Me preocupa que evites llamadas de curiosos que no piensan en contratarte y te hacen perder el tiempo.

Que atraigas a los clientes que están dispuestos a soltar la pasta.

Y espantes a los que no.

Porque el 90% de las webs hacen justo lo contrario.

Son un imán de malos clientes, indecisos crónicos y regateadores.

Tengo un vídeo en el que cuento por qué esas webs están devaluando la marca y destrozando la reputación de sus negocios, y cómo tú puedes evitarlo.

Para que juegues con ventaja.

Y aumente muchísimo el valor percibido de tu negocio.

Si te interesa, deja aquí abajo tu correo y te lo envío: